Efemérides meteorológicas del 29 de enero.

Efemérides:

-29 enero 1435:

Inundaciones en Madrid que, según cuentan las crónicas, causan muchas víctimas.

-29 enero 1626:

Riada del Tormes que daña seis arcos del puente grande de Salamanca y causa 142 muertos.

-29 enero 1948:

En Zaragoza, una fuerte tormenta produce una racha de 155 km/h que derriba farolas, árboles y cae una piedra de La Seo.

-29 enero 1979:

Graves inundaciones en la provincia de Ciudad Real, especialmente en Valdepeñas.

-29 enero 1988:

Máxima de 24,2 ºC en Reus-aeropuerto.

-29 enero 2001:

Racha máxima de 102 km/h en Águilas (Murcia).

-29 enero 2006:

Albacete registra una mínima de -16,2 ºC.

Hoy toca otra efeméride de bajas temperaturas que se dio el 29 del enero de 2006 en Albacete donde se registró una mínima de -16,2ºC.También,en este caso,se dio una advección de aire polar continental retrógrada mientras en el golfo de Cádiz se ubicaba días antes una baja que funcionó como una perfecta atractora de dicha masa de aire.La situación sinóptica de dicho día mostraba,a nivel de superficie,como la baja del golfo de Cádiz se había ya trasladado al Mediterráneo ubicándose en la vertical del archipiélago balear mientras una baja meso-escalar se posicionaba al oeste peninsular.En la Península Ibérica se daba una situación de pantano barométrico pero con isotermas de hasta -35ºC en el noroeste peninsular a 500 hectopascales donde la baja estaba bastante bien definida provocando un flujo del noroeste a dicho nivel.También la baja,aunque menos perfilada,se mostraba en el nivel de los 850 hPa situándose su núcleo en la vertical del centro peninsular.Varias moralejas se sacan de estas situaciones pasadas que hemos analizado ayer y hoy:una primera podría ser que las invasiones de aire polar continental son las que dejan los registros termométricos más bajos en la Península.Los corolarios de esta afirmación son dos:el primero de ellos es que debe existir aire frío a todos los niveles para que las temperaturas mínimas a nivel de superficie bajen hasta alcanzar registros notables y un segundo es que la instalación de bajas en el suroeste peninsular favorecen dichas advecciones retrógradas frías.