El invierno de 1941 y el frente ruso.

Situación sinóptica el 17/11/1941

Situación sinóptica el 1/12/1941

Situación sinóptica el 20/12/1941

Atasco de un blindado en la nieve en el frente ruso.

Las condiciones meteorológicas y climáticas han influido en el devenir histórico.Esto ya no lo duda a estas alturas nadie pero también es cierto que hay que alejarse del determinismo ambiental que establece una correspondencia biunívoca entre clima y acontecimientos históricos.Echando manos de los archivos de situaciones sinópticas y de testimonios de primera mano de los propios actores,vamos a intentar reconstruir el terrible invierno ruso de 1941-1942 que resultó crucial para el posterior desenlace de la II Guerra Mundial.El 22 de junio de 1941 se inicia por orden del propio Hitler la Operación Barbarroja.En pocos meses la Wehmarcht(Ejército Alemán) se desparrama por todo el oeste de la antigua URSS ocupando las Repúblicas Bálticas,la Rusia Blanca,Ucrania y Crimea.En octubre del mismo año,sólo separan al ejército alemán de Moscú unos 200 kilómetros.Ese mismo mes las lluvias otoñales convirtieron los caminos rusos en inmensos lodazales donde los vehículos terminaban atascándose.Tras las lluvias,empezaron las heladas,lo que contribuyó a facilitar el avance de las unidades blindadas.El día 17 de noviembre una división entera del ejército alemán se derrumbó completamente ante un ataque organizado por los blindados soviéticos T-34.Un joven oficial de las SS escribió:"Hace un frío terrible...Para arrancar los motores,tenemos que calentarlos encendiendo una hoguera debajo del cárter.El combustible está medio congelado,el aceite espeso,y no tenemos anticongelantes.Nuestras fuerzas,limitadas,no dejan de disminuir por la exposición continua al frío...las armas automáticas suelen dejar de funcionar en cuanto se atascan los obsturadores".Los escupitajos se helaban antes de llegar a tierra.Si observamos la situación sinóptica del día 17 de noviembre se observa que en los escenarios del frente se ha instalado un anticiclón potente directamente enlazado con el famoso anticiclón siberiano.Al nordeste de los Urales se ha instalado una baja.El flujo dominante en el frente es variable pero el anticiclón parece haberse asentado bien en tierra produciendo unas noches claras,tranquilas y con fuerte pérdida de calor por irradiación nocturna.Las heladas tuvieron que ser terribles.La situación meteorológica evolucionó en días sucesivos de manera que el 1 de diciembre una baja se instaló en los Urales mientras una alta en Escandinavia hizo canalizar sobre el frente de batalla un flujo del norte que llegaba directamente del Polo.Las nevadas copiosas hicieron su aparición.Las nevadas cesaron pero el mapa del día 20 muestran un sólido puente anticlónico que engloba a todo el continente dejándolo bajo una severa advección del nordeste que afectó,incluso,a nuestra península.Los soldados sufrían terriblemente.El pan,la grasa y la mantequilla se tranforman en una masa dura incomestible,A todo ello había que añadir la falta de prendas de abrigo por parte del ejército alemán.Se contaron por centenares los casos de congelación.A este respecto,el teniente de una unidad acorazada,Kurt Grumann escribió:"Hoy ya han traído a ochenta hombres y la mitad de ellos presentan congelación de segundo y tercer grado.Traen las piernas hinchadas y cubiertas de ampollas,transformadas en una masa informe más que en extremidades.También se han dado casos de gangrena y todo esto:¿para qué?".Precisamente la absurda orden de Hitler de no ceder un palmo de terreno y la incompetencia soviética impidieron una auténtica catástrofe militar alemana.Pasado el invierno el frente se estabilizó pero fueron importantes las lecciones aprendidas por el mando soviético en tan dura campaña.Demostró a los asustados rusos que los ejércitos alemanes no eran invencibles y esta convicción junto a un desprecio absoluto por la vida de los soldados unido a su gran potencial industrial hizo que la balanza se inclinase hacia ellos tras la debacle de Stalingrado.