Centrémonos en esta última donde las condiciones meteorológicas reinantes tuvieron un papel determinante en el desarrollo de la batalla que dio comienzo el 22 de julio con una preparación artillera por parte de los británicos y cuyo objetivo era apoderarse del pequeño pueblo belga de Passchendaele y su loma(Passchandaele Ridge).Tras dicho peinado por la artillería,el 31 de julio de 1917 comenzó el asalto de la infantería. Huelga decir que no existía nada parecido a un servicio meteorológico(recordemos que Bjerkness y su famosa escuela de Bergeron se inspiró un poco en el desarrollo de los frentes durante la Gran Guerra para desarrollar el primer modelo teórico del desarrollo de las depresiones: el frente polar que,por lo menos,hasta 1922,una vez terminada la guerra salió a la luz.
Es poner fuera los pies de las trincheras la infantería británica y ponerse a diluviar. Ese día,según se comprueba en el reanálisis(ver mapa adjunto) una baja poco potente en superficie pero bien desarrollada en altura se situará prácticamente en la vertical de los Países Bajos. Los registros de aquellos años que se tuvieron en cuenta para planificar la ofensiva señalaban que,en agosto,a lo sumo,podría contarse con tres semanas de buen tiempo pero sacar conclusiones meteorológicas de los registros climáticos siempre se ha antojado,al menos para mí,en una tarea llena de grandes riesgos. Prácticamente, estuvo lloviendo durante todo el mes de agosto. Revisando mapas de reanálisis se llega a la conclusión de que una vaguada planetaria que tenía muy poca tendencia a moverse hacia el este conectaba directamente a Groenlandia-Terranova con el mar del Norte y,como consecuencia,salvo tímidos avances de la dorsal norteafricana,vía península Ibérica,dicha vaguada regeneraba bajas superficiales moribundas o, de forma más simple, formaba otras que permanecían ancladas bien,sobre las islas Británicas,bien sobre el oeste del mar del Norte. Con una corriente en chorro que circulaba relativamente baja para tratarse de agosto,la dorsal norteafricana no realizó prácticamente avance alguno durante todo el mes propiciando un tiempo más que inestable en latitudes superiores a los 45-50º de latitud norte.
Las lluvias persistentes transformaron el campo de batalla en un auténtico lodazal y con cráteres que los obuses habían abierto prácticamente anegados en agua y que no servían de refugio para la infantería que avanzaba. Las tropas, las bestias de carga y las máquinas de guerra se atascan en semejante lodazal. El general británico Haig no se mueve ni un ápice del original plan de batalla.Un veterano recordará lo siguiente: "Era como un inmenso cenagal en el que batallones, brigadas y divisiones de infantería pugnaban por no hundirse para terminar saltando por los aires despedazados o morir ahogados,hasta el final,en medio de una matanza inconmensurable habíamos "conquistado" unos cuantos kilómetros de fango". Finalmente Passchendaele cae en manos británicas. Casi medio millón de bajas británicas( de las cuales hay cuarenta mil desaparecidos) y unas sesenta mil por parte alemana. Después de la guerra se descubre que muchas de estas bajas murieron literalmente hundidas en el barro lastradas por un equipo demasiado pesado. Hoy, casi un siglo después de Passchendaele, a nada que se revuelva la tierra para tareas de labranza o excavaciones aparecen restos. De todas las lecciones de la Historia la más evidente es la inutilidad de la guerra y,por desgracia,la más repetida de todas.
Situacion del frente durante la batalla. |