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miércoles, 5 de agosto de 2015

Meteorologia y batalla de Passchendaele.

Principiando el siglo XX las grandes naciones europeas se lanzaron a la guerra un poco por las rivalidades coloniales y otro poco por dirimir la hegemonía en el continente europeo. Se formaron dos grandes bloques de alianzas: la llamada Entente que agrupaba a Francia,el imperio británico y Rusia( después se unirían pequeñas naciones como Portugal o Rumania y,ya en 1917, los Estados Unidos) y los llamados Imperios Centrales(el II Reich alemán del kaiser Guillermo II, el Imperio de la doble monarquía austro-húngara, Turquía y Bulgaria). La contienda estalló en plenas vacaciones de verano con los monarcas europeos en sus residencias veraniegas(y viviendo a cuerpo de rey) y los diplomáticos asistiendo a competiciones deportivas o relajándose en los grandes balnearios con sus respectivas esposas o amantes. Puede fijarse el 2 de agosto como el comienzo de la guerra cuando ya se lanzaron todas las declaraciones de guerra entre los distintos contendientes que,además,como se sabe,estaban unidos por unos complejos sistemas de alianzas. Alemania,como potencia enclavada en Centroeuropa tenía un plan para ganarla y a ello se aplicó. El llamado plan Schlieffen quería evitar a toda costa una guerra en dos frentes a la que Alemania se vería impelida por su posición geográfica. Este plan preveía lanzar sobre Francia una feroz ofensiva,ocupar París y liquidar de un plumazo el frente occidental para,posteriormente,lanzarse sobre Rusia que completaría su movilización general en un periodo mínimo de 2 semanas ya que su red ferroviaria estaba casi en pañales y el ferrocarril era el medio de locomoción más rápido hace un siglo. El plan fracasó por dos causas: una primera fue la violación de la neutralidad belga por parte de los alemanes concediendo con ello un poco de tiempo a la reorganización francesa y por la resistencia francesa en sí que lanzó un feroz contraataque en la primera batalla del Marne contra la agotada vanguardia alemana. Se llegó así a una especie de empate técnico en el frente occidental,se cavaron trincheras y dicho frente se estabilizó mientras en Rusia los alemanes lograron una clamorosa victoria en Tannenberg. Para romper el punto muerto se libraron feroces batallas de desgaste y se probaron armas nuevas a la que los avances científicos y tecnológicos dotaron de una terrible eficacia mortífera: los gases venenosos(bromuro de etilo,cloro, iperita o gas mostaza y el fosgeno), la artillería con obuses cada vez más potentes y que estallaban lanzando nubes de metralla,la ametralladora,el lanzallamas,el submarino,los zeppelines,la aviación,las minas...En el imaginario colectivo permanecen tres grandes de estas batallas de desgaste:Verdún,el Somme y Passchendaele. Es difícil imaginarse aún hoy las tremendas carnicerías que supusieron;un poco por los grandes avances armamentísticos(la metralla podría cercenarte un brazo sin darte cuenta,la onda de choque de una gran explosión cercana reventarte los pulmones,el gas mostaza se comía la piel pero también el uniforme) y otro poco por la enorme incompetencia militar de la que hizo gala la cúpula de ambos bandos.
Centrémonos en esta última donde las condiciones meteorológicas reinantes tuvieron un papel determinante en el desarrollo de la batalla que dio comienzo el 22 de julio con una preparación artillera por parte de los británicos y cuyo objetivo era apoderarse del pequeño pueblo belga de Passchendaele y su loma(Passchandaele Ridge).Tras dicho peinado por la artillería,el 31 de julio de 1917 comenzó el asalto de la infantería. Huelga decir que no existía nada parecido a un servicio meteorológico(recordemos que Bjerkness y su famosa escuela de Bergeron se inspiró un poco en el desarrollo de los frentes durante la Gran Guerra para desarrollar el primer modelo teórico del desarrollo de las depresiones: el frente polar que,por lo menos,hasta 1922,una vez terminada la guerra salió a la luz.
Es poner fuera los pies de las trincheras la infantería británica y ponerse a diluviar. Ese día,según se comprueba en el reanálisis(ver mapa adjunto) una baja poco potente en superficie pero bien desarrollada en altura se situará prácticamente en la vertical de los Países Bajos. Los registros de aquellos años que se tuvieron en cuenta para planificar la ofensiva señalaban que,en agosto,a lo sumo,podría contarse con tres semanas de buen tiempo pero sacar conclusiones meteorológicas de los registros climáticos siempre se ha antojado,al menos para mí,en una tarea llena de grandes riesgos. Prácticamente, estuvo lloviendo durante todo el mes de agosto. Revisando mapas de reanálisis se llega a la conclusión de que una vaguada planetaria que tenía muy poca tendencia a moverse hacia el este conectaba directamente a Groenlandia-Terranova con el mar del Norte y,como consecuencia,salvo tímidos avances de la dorsal norteafricana,vía península Ibérica,dicha vaguada regeneraba bajas superficiales moribundas o, de forma más simple, formaba otras que permanecían ancladas bien,sobre las islas Británicas,bien sobre el  oeste del mar del Norte. Con una corriente en chorro que circulaba relativamente baja para tratarse de agosto,la dorsal norteafricana no realizó prácticamente avance alguno durante todo el mes propiciando un tiempo más que inestable en latitudes superiores a los 45-50º de latitud norte.
Las lluvias persistentes transformaron el campo de batalla en un auténtico lodazal y con cráteres que los obuses habían abierto prácticamente anegados en agua y que no servían de refugio para la infantería que avanzaba. Las tropas, las bestias de carga y las máquinas de guerra se atascan en semejante lodazal. El general británico Haig no se mueve ni un ápice del original plan de batalla.Un veterano recordará lo siguiente: "Era como un inmenso cenagal en el que batallones, brigadas y divisiones de infantería pugnaban por no hundirse para terminar saltando por los aires despedazados o morir ahogados,hasta el final,en medio de una matanza inconmensurable habíamos "conquistado" unos cuantos kilómetros de fango". Finalmente Passchendaele cae en manos británicas.  Casi medio millón de bajas británicas( de las cuales hay cuarenta mil desaparecidos) y unas sesenta mil por parte alemana. Después de la guerra se descubre que muchas de estas bajas murieron literalmente hundidas en el barro lastradas por un equipo demasiado pesado. Hoy, casi un siglo después de Passchendaele, a nada que se revuelva la tierra para tareas de labranza o excavaciones aparecen restos. De todas las lecciones de la Historia la más evidente es la inutilidad de la guerra y,por desgracia,la más repetida de todas.


Situacion del frente durante la batalla.